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La Marimba como Patrimonio


Los Afroecuatorianos están distribuidos en gran parte del Territorio Ecuatoriano, pero su asentamiento más importante es en la provincia de Esmeraldas, otros asentamientos muy importantes están en el Valle del Chota y en otras provincias de la Costa, como Manabí y Guayas



Población

Según el INEC en la Provincia de Esmeraldas existen 534 092 habitantes.



Caracterización del Pueblo Afro Ecuatoriano


Historia de los Afroecuatorianos en Esmeraldas

Los Afroecuatorianos son un grupo etnico, son un pueblo muy importante para la Idiosincrasia del Ecuador, los afroecuatorianos como su nombre lo dice no son originarios de la Costa Ecuatoriana como pueden ser otras nacionalidades como los Chachi, Awá, Épera o Tsáchilas, los afroecuatorianos son originarios del continente africano, los cuales fueron traídos a la fuerza para tareas forzadas como el cultivo de caña de azúcar, estos africanos eran esclavos y eran traídos en los barcos negreros, donde las condiciones eran muy fuertes donde un alto porcentaje de ellos moría.



La marimba y los cantos tradicionales afroesmeraldeños como patrimonio inmaterial


La marimba, su música y danza

Uno de los resultados del proceso de formación de la cultura afroesmeraldeña fue la creación musical, expresada en lo que, de manera general, se denomina música de marimba o lo que algunos investigadores llaman el complejo cultural marimba.

La marimba, su música y danza han sido calificadas de “paganas”, seguramente con la finalidad de diferenciarlas de otras manifestaciones musicales afroesmeraldeñas que son consideradas explícitamente religiosas, como los cantos de arrullo, chigualos, salves y alabados.


La marimba esmeraldeña

Las noticias acerca de la existencia de la marimba, tanto en Ecuador como en Colombia, datan del siglo XVII, como atestiguan relatos proporcionados por religiosos como fray Juan de Santa Gertrudis Serra quien, desde el pueblo de Telembí –no se conoce si de Ecuador o Colombia–, describió a la marimba en los siguientes términos:
 

“Allá tienen para sus funciones un instrumento que llaman marimba. Este se compone de cañutos de caña guadua colgados en línea, y tajados de mayor a menor, y con la misma proporción en lo largo. Estos se atraviesan de un volantín cerca de la boca, y sobre todas las bocas hay una tablita delgada que casi las cubre a todas, medio dedo levantada de su boca. Con unas masas de caucho, a modo de las masas de un tambor, se pica sobre de esta tablita, y cada cual a su picada da un ronquido, según su estatura, como los cañutos de un órgano. Es un ronquido suave, y se oye de más de media legua lejos. Y en sabiéndolo tocar remudando en proporción y compás, el sonido de los cañutos compone un órgano imperfecto, pero muy suave, porque no tiene sino veinticinco cañutos”




 Construcción de la Marimba

En la construcción de la marimba están presentes elementos de culturas africanas y de culturas locales que dieron paso a los instrumentos, sonidos, ritmos y melodías con los que los afrodescendientes construyeron su música. La marimba afroesmeraldeña se puede describir como:

“Un xilófono formado por una serie de láminas de madera (entre 18 y 24) de chonta o pambil con resonadores de tubos de guadua. Se percute con dos macillos de madera con una bola de caucho crudo en la punta, que es la que hace contacto con las placas de chonta. La marimba puede ser interpretada por una o dos personas. Cuando son dos personas, la una percute en las tablillas más graves y largas (el bordonero) y la otra, en las más agudas y cortas”

Situación del Patrimonio Cultural Inmaterial afroesmeraldeño


El Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) visto por sus actores

La población afroesmeraldeña al respecto percibe la vigencia y la continuidad de la marimba, su música y danza y los cantos tradicionales, en dos visiones que oscilan entre el optimismo y el pesimismo. La ciudadanía en general, ya sea de manera individual o colectiva, ponen en práctica estas manifestaciones y permiten la continuidad de tradiciones que son recreadas constantemente. A este ambiente positivo contribuyen las iniciativas que llevan adelante los gobiernos locales e instituciones del Gobierno central. Frente a este sentimiento de optimismo está presente el pesimismo, que se basa en los riesgos y amenazas que las personas perciben.

Los portadores de los conocimientos perciben que existen grandes riesgos para la conservación del patrimonio, empezando por la desaparición física de los maestros tradicionales, la destrucción de la naturaleza de donde se extraen los materiales para la elaboración de los instrumentos y la falta de políticas de parte del Estado para su protección; unido a este hecho, se presenta el desplazamiento de la población de sus territorios ancestrales lo que debilita aún más la conservación del patrimonio.

A lo anterior, se suma la falta de apoyo del Estado para realizar actividades de promoción artística y expresiones culturales relacionadas, esta es una queja recurrente; también hace falta que algunos gobiernos autónomos descentralizados asignen presupuesto para la investigación, promoción y salvaguarda. Perciben como un riesgo la penetración de las iglesias protestantes. Un riesgo adicional percibido es la falta de introducción de estos elementos patrimoniales en el sistema educativo formal y la folclorización de las expresiones culturales.



El Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) visto por sus actores

La población afroesmeraldeña al respecto percibe la vigencia y la continuidad de la marimba, su música y danza y los cantos tradicionales, en dos visiones que oscilan entre el optimismo y el pesimismo. La ciudadanía en general, ya sea de manera individual o colectiva, ponen en práctica estas manifestaciones y permiten la continuidad de tradiciones que son recreadas constantemente. A este ambiente positivo contribuyen las iniciativas que llevan adelante los gobiernos locales e instituciones del Gobierno central. Frente a este sentimiento de optimismo está presente el pesimismo, que se basa en los riesgos y amenazas que las personas perciben.

Los portadores de los conocimientos perciben que existen grandes riesgos para la conservación del patrimonio, empezando por la desaparición física de los maestros tradicionales, la destrucción de la naturaleza de donde se extraen los materiales para la elaboración de los instrumentos y la falta de políticas de parte del Estado para su protección; unido a este hecho, se presenta el desplazamiento de la población de sus territorios ancestrales lo que debilita aún más la conservación del patrimonio.

A lo anterior, se suma la falta de apoyo del Estado para realizar actividades de promoción artística y expresiones culturales relacionadas, esta es una queja recurrente; también hace falta que algunos gobiernos autónomos descentralizados asignen presupuesto para la investigación, promoción y salvaguarda. Perciben como un riesgo la penetración de las iglesias protestantes. Un riesgo adicional percibido es la falta de introducción de estos elementos patrimoniales en el sistema educativo formal y la folclorización de las expresiones culturales.





Bibliografía:

Vera, R. (2017). La etnoeducación como posicionamiento político e identitario del pueblo afroecuatoriano. Antropologias del sur, 4(8), 81-103.

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